Este microrrelato participó en un concurso en el grupo de Autores de Fanfics de Tokio Hotel. Es el primero que hago y fue todo un problema la poca cantidad de palabras que podía tener, pero esto fue lo que salió.
¿Cuántos
sapos más tendré que besar hasta encontrar a mi príncipe? Era lo que hasta hace unos meses me preguntaba al despertar. Y es
que suerte como la mía no existía. Mi peor defecto, o al menos así lo veía yo,
era entregarme por completo en una relación; siempre trataba de dar todo lo
mejor de mí para hacer feliz a esa persona sin importarme si era bien recibido
o no.
Mis «sapos», como les
decía a mis novios, podían ser muy distintos físicamente, pues lo que me atraía
de ellos era algo que no podía definir. Algunos eran violentos y muchas veces
pagaba las consecuencias por ser como decían «muy posesivo y dependiente».
Pero todo había cambiado cuando lo conocí.
Era perfecto, era mi príncipe, era…
—Auch…
Volteé rápidamente. Una pierna se estiró
sobre mi muslo y sorprendido lo observé: estaba dormido.
—Bill… despierta…
—Croak…
croak… croak…
No hay comentarios:
Publicar un comentario